El tiempo vuela ahora más rápido que antes

Pensé que sólo me pasaba a mí. Me desaparece el tiempo. A veces son unos minutos. El récord lo batí (o lo batió el tiempo) el pasado viernes, viernes santo. Desaparecieron dos horas. A la una de repente eran las tres. De la tarde.
Pensé que era síntoma de que me voy haciendo mayor, ya sabéis, por aquello de que a los niños un día les parece que dura un año. Pues os vais olvidando. A los niños también les pasa. Cuando creen que acaban de llegar al parque, ya es hora de irse (por suerte para ellos, cuando acaba de terminar el recreo, ya es hora de ir a comer).
Incluso ocurre en el trabajo, que, aunque sea aburrido o repetitivo, cuando calculo que son las siete y media y me puedo tomar con calma cerrar la página (de las necrológicas, es lo que hago ahora), resulta que son ya las nueve y el redactor jefe de cierre me está llamando la atención. Donde está la hora y media que me falta?
Pensé que era por el tipo de vida acelerada que llevamos los periodistas, pero tampoco. En ello están también personas que conozco que se dedican al yoga, al reiki, a las terapias alternativas, a la elevación de la conciencia y todos esos asuntos holísticos que a muchos os sonarán a meigalladas pero que, una vez que les hincas el diente, son bien interesantes, aunque de todo hay, claro. Bueno, pues a ellos también les desaparece el tiempo.
Pensé que era por vivir en Madrid, pero igual les pasa a los que viven una vida plácida en el Valle Miñor, en Galicia, algunos de los cuales ya no trabajan, porque están jubilados. De repente, les desaparecen las horas.

Si la teoría de la relatividad dice que, cuanto más se acerca un planeta a un agujero negro, más lento pasa el tiempo en él respecto a cómo pasa el tiempo en otros cuerpos celestes más alejados de dicho agujero negro, deduzco que, cuanto más se aleje un cuerpo celeste de un centro gravitacional de grandes dimensiones, más deprisa pasará el tiempo en dicho cuerpo celeste.
Esto apunta a lo que muchos llaman el salto evolutivo que vamos a dar los humanos. Creo que va a ser un salto, pero respecto a todo el universo. Que vamos saltar los humanos, pero también el sol y todos los planetas y cuerpos celestes asociados a él. Es como si nos estuviéramos alejando del centro de la galaxia para internarnos en un espacio sideral diferente. Mientras tanto, la velocidad de la vibración de nuestras moléculas, la rotación de los protones y electrones de todos los átomos de todos estos cuerpos celestes implicados, de todo nuestro Sistema Solar, está acelerándose, y a los que tenemos un cuerpo físico que se adapta con mayor dificultad a esta aceleración nos parece que, directamente, cuando antes un día duraba, con dificultades, 24 horas, ahora con suerte llega a las 18!
Ahora me arrepiento de no haber estudiado más física molecular, más matemática (para llegar a la mecánica cuántica) para dar aquí una explicación con números y datos que trascienda a esta intuición que parece enloquecida (no os preocupéis, que la opinión ajena no me influye mucho...).
A todo esto, a lo que quiero llegar es a que es buen momento para readaptarnos a la nueva velocidad del tiempo.
Lo superfluo ya no va a tener cabida en nuestras vidas. No quiero decir con esto que haya que dejar de salir a divertirse, al contrario. Para mí lo superfluo es todo aquello que no es una prioridad para cada uno de nosotros.
Si para mí la prioridad es la diversión, es hora de divertirse a tope. Si para mí la prioridad es leer en vez de ver la televisión, es hora de apagar la tele o de venderla directamente. Si para mí la prioridad es buscar novia o novio, no lo dejes para mañana y sal a la calle, a los bares, y cuando no estés buscando en los bares, métete en Internet. Si para mí la prioridad es conocerme a mí misma, y quererme, y dejar de hacer una vida social estúpida, de jijijí jajajá y de aguantar las tonterías que todos nos decimos unos a otros con tal de no hablar de lo que verdaderamente nos interesa, ni pedirnos lo que verdaderamente queremos unos de otros, que es querer y que nos quieran, igual va siendo hora de quedarme en casa y salir sólo con quien me aporte algo más que cotilleos y resaca posterior.
El tiempo no va a esperar ya más por nosotros. Mañana es ahora. Aceleremos al tiempo que acelera, que así le pillaremos!

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