15-O: La revolución del silencio y la risa

Os invito a probar una propuesta. Se trata de participar en las manifestaciones que van a tener lugar el próximo 15 de octubre de una forma nueva, y por lo tanto, buena. Porque lo nuevo es bueno en este momento, que nadie lo dude. Lo nuevo es todo aquello que no se ha hecho nunca antes. Dado como están las cosas, repetir viejos esquemas no es que sea malo, es que es inútil, porque nos va a traer a esto mismo que tenemos, y eso es un aburrimiento, entre otras cosas, muchas de ella peores. Y lo nuevo nos lo vamos a inventar paso a paso.
Mi propuesta -que no es exactamente mía, sino que se me ocurrido a mí y después de una búsqueda por Internet veo que no se ha propuesto antes nada semejante- es hacer, al menos por unos momentos, si podemos minutos, ideal si fuera un cuarto de hora, una parte de la manifestación en SILENCIO.
¿Cómo se hace eso? Sencillo. Alguien corea las consignas por un megáfono. Y en vez de repetirlas a voz en grito, cada vez más cabreados -es decir, lo que se viene haciendo desde la primera manifestación de la historia-, hacemos lo mismo con el cuerpo, es decir, levantamos los brazos, movemos los labios, hacemos gesto de gritar... y mantenemos el silencio.
Corear en silencio las consignas. Como una manifestación de mimos.
¿Es cómico? Perfecto, porque ahora viene la parte difícil: tratar de hacerlo el mayor tiempo posible, y después, lo lógico y natural, estallar en carcajadas. Me corrijo, lo de reírse es fácil, lo difícil es aguantar sin reírse.
¿Os imagináis a miles y miles de personas que se ríen a la vez por el gusto de reírse, de estar juntos y de hacer algo muy muy nuevo?
Yo me lo he imaginado y no soy capaz de adelantar el resultados, mucho más allá de nuestro propio descoloque, y el descoloque mucho mayor de los de siempre (que es a lo que vamos, ¿no?
Imaginaos a la policía desalojando a los que están ocupando un espacio público, estos sin violencia, pero encima y además, gritándoles con los gestos pero sin que se escuche NADA.
Y los que no vayan a las manifestaciones también lo pueden hacer donde estén. En plena comida familiar, todos hablando en silencio y mandándose callar en silencio. A la salida del cine, o a la entrada, comentando el tema en silencio. Jaleando un partido de fútbol con todos los gestos, en silencio. Y al cabo de pocos segundos (no creo que aguantemos mucho más), una carcajada general que será como un tsunami de alegría, qué buena falta nos hace.
¿Alguna vez se ha hecho algo así?
¿Estonces, estoy proponiendo algo NUEVO?
SILENCIO Y RISA. No os podeis imaginar el poder que hay en ambas cosas. Si lo queréis comprobar...

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